
Los masajes relajantes son un tipo de tratamiento manual que se aplica en forma firme y progresiva con objeto de descargar la tensión acumulada sobre el cuerpo y calmar la mente.
Ideados originalmente con el propósito de relajar los músculos, los masajes relajantes al igual que otros tratamientos manuales, desarrollan diferentes movimientos técnicos y maniobras armónicas, a efecto de que se estimule físicamente al organismo y surjan en él reacciones benéficas del tipo muscular, biológico, metabólico y hasta psicológico.
El masaje relajante es un procedimiento externo, natural y relajado, sin efectos secundarios, que se aplica por medio de las manos y antebrazos, sin el auxilio de aparatos, pero sí muchas veces con la ayuda de aceites y cremas, música ad hoc, dentro de una atmósfera que invita a la tranquilidad.
A través de los tratamientos relajantes el terapeuta experto valora, a través de la palpación, el grado de tensión psico-física que afecta al paciente y aplica, mediante la presión mecánica de sus manos, la seguridad y confort requeridos.
Vistos las más de las veces como la única alternativa al deseo de experimentar un estado de paz frente a las presiones de la vida cotidiana, los masajes relajantes son una poderosa herramienta antiestrés que regala tranquilidad y descanso al ser humano, además de sus conocidos efectos a favor de la circulación, calmar los nervios y despejar la mente.
Aunque aparentemente el masaje relajante no tiene contraindicaciones precisas, es recomendable no recibirlo en caso de edemas, embarazos, intervención quirúrgica reciente, ulceras, quemaduras, procesos inflamatorios, problemas renales y cardiopatias, para lo cual se sugiere visitar primero al médico.